Saturday, October 24, 2009
Sudamericano
La anécdota del día: 5 veces 1
Los supermercados y el dia en particular
Despues de un par de días de adaptarme tocaba ponerse con las cosas de diario, ya sabéis, comer y ese tipo de cosas. Así que el viernes por la mañana despues de hacer la lista me fui a la compra, al sitio más cercano qe conzco que es un día.
No se a vosotros, pero a mí ir al supermercado me pone malo. Entras y te pones a buscar lo que te hace falta como un idiota. Evidentemente, el sitio está lleno de gente y, si es un DIA, como es el caso, está lleno de cosas por los suelos, cartones y suciedad.
Mi truco, que no tiene nada de truco es ponerse a preguntar a la gente que trabaja allí pero, claro, no es plan de preguntarles mil cosas, y claro, tampoco están ellos en plan de contestarte amablemente.
Lo que más rabia me dió fue eso de estar totalmente desorientado (como resultado el cepillo que me hacía falta lo compré de color rosa) y que la tipa se olvidara de preguntarme por la tarjeta DIA que siempre te la piden y pa un dia que yo la llevo...
En fin, espero no tener que volver a escribir otra entrada del estilo aunque puede que sí, porque aunque no me guste el sitio ese, es al que voy a ir ya que es el que está más cerca de casa y a mí me puede la vagancia.
Otra cosa no, pero la vagancia...
El día siguiente a la llegada, empezaba el máster a las 4 de la tarde, y allí me fui a buscar el camino primero y a encontrar el sitio despues con la ayuda de mi hermana. No fue nada dificil, lo unico malo fueron las ampollas que me salieron por andar con los zapatos (tenía que ir de etiqueta con traje y todo).
Tuvimos la presentación, de profesores y alumnos. Los profesores bastante majos, todos ellos procedentes de importantes despachos de abogados. Somos 14 alumnos, la mayoría de Madrid o Andalucía y luego yo, el gallego que todo el muno pensó que venía de Vic y no de Vigo y que todo el mundo pensó que era sudamericano por la pinta y el acento (ya os contaré esto último).
Despues de la presentación, llegó el momento de los ¨regalos¨: dos peazo archivadores con los primeros apuntes necesarios (unas mil páginas en total) y un ordenador deestos nuevos chiquiticos (un Toshiba no-sé-que).
Así que ya os podéis imaginar como se vuelve a casa en Metro con un ordenador, dos archivadores y una carpeta que ya había llevado yo para parecer inteligente (me lo regaló mi hermana con este propósito, de hecho) y todo ello llevando puesto un traje y unos zapatos asesinos...
Sobreviví y por eso ahora sólo llevo mochila y ni se me ocurrirá en mucho tiempo ponerme un traje.
La llegada a Madrid
Bueno, pues como os decía ya estoy embarcado en esta nueva etapa que, como no, llevaba consigo un viaje interminable. Ya me gustaría a mí ver al indio ese de la peli cogerse el bus Vigo-Madrid.
A ver, la verdad es que tampoco fue para tanto: salí a las 13:30, el bus estaba medio vacío y tuve la oportunidad de estirar las piernas y cerrar los ojos...hasta Orense. Allí se pusieron en el asiento de delante dos personas de Vigo, una de ellas un chaval joven al que yo defeniría como malote y cuya nota esencial es hablar con acento vigués y su característico ¨Buah, tío!!¨ (si no sois de Vigo no lo entenderéis).
Además, en el asiento de atrás dos personas que no se conocían de nada se pusieron a hablar de todo un poco con acento de Murcia ¨Ostia, pijo huevo!sabes?¨ (Si no veis Muchachada no lo entenderéis y si sois de Murcia, lo siento).
Total, que despues de 8 horas y media de viaje fui a coger el metro con las maletas, en la estación en la que hice transbordo las escaleras no funcionaban y tuve que recorrer medio Madrid bajo tierra y, como guinda, llegar a casa de mi hermana y subir los cuatro pisos sin ascensor, porque no hay.
Apasionante!
Wednesday, October 7, 2009
...y el principio de otra
Me inscribí en Infojobs, inservible página web, en Monster, que tampoco es que funcione, en Faro Global, donde la misma oferta se iba reciclando a medida que pasaban los meses y en las webs de un montón de empresas de España y el extranjero.
Ante el poco éxito obtenido, ya en mayo, me dediqué a mandar CV's por carta a empresas inglesas con un poco de canguelo ante las historias de amigos que te dicen que nunca contestan. Yo mandé 30 y me contestaron 15, lo que es una estadística estupenda...aunque los 15 dijeran que no.
Ante los paupérrimos resultados, llegué a la conclusión de que mi única opción sería seguir estudiando y lo que me quedaba era hacer un máster. Mi hermana me dió cierta información que me convenció, por un lado ante la buena pinta de los contenidos, y me decepcionó por otra, ante el precio (que sólo diré que es de 5 cifras).
El caso es que, tras una entrevista telefónica medio en español y medio en inglés y tras ver mis maravillosas notas, me dijeron que sí y así estoy embarcado en esta nueva etapa.
Lo que me echa para atrás y mucho, no es el hecho de tener que irme a estudiar y vivir fuera otro año (ya, no es lo mismo que alemania o EE.UU.), o tener que mudarme y toda la pesca, lo peor es...que me parece estar traicionando mis principios. Me explico.
Si hay algo que siempre he detestado es la desigualdad de oportunidades de las que disfruta la gente, sobre todo en la edad de estudio. Así, se valora más a alguien que haya estudiado en una universidad privada que en una pública (comprensible, por otra parte) y, en general, parece ser que la gente rica lo tiene más fácil para todo y cuando te encuentras con estudiantes en esa situación te das cuenta de lo poco que eso se valora y de lo injusta que es la sociedad (sobre todo después de EE.UU. donde un año son entre $20.000 y $40.000).
El caso es que el préstamo para el pago de ese dinero lo tengo que devolver, por eso se llama "préstamo" y no "aportación patrimonial a fondo predido", lo que me hace sentir un poco mejor por un lado, ya que pienso que no me estoy convirtiendo en un niño rico.
De todas formas, tengo un montón de ganas de empezar y ver que tal, ya os contaré.
Supongo que habréis entendido poco o nada, tampoco lo tengo yo muy claro en mi propia cabeza, así es que...lo siento.